Así se ha puesto de relieve durante la celebración del Comité Ejecutivo de CERMI Asturias. Dicha preocupación por la situación del sector de la discapacidad se dirige al presidente del Gobierno del Principado, Adrián Barbón; a la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, y al consejero de Salud, Pablo Fernández.

 

“Con la puesta en marcha de los servicios prestados por las asociaciones que atienden a las personas con discapacidad en el Principado de Asturias y los Centros de plazas concertadas (centros de día, centros ocupacionales, viviendas tuteladas, etc…) con la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, es imprescindible, urgente y necesaria la dotación de equipos de protección e higiene (mascarillas, guantes, batas desechables, gel hidroalcohólico, etc..) para los profesionales que prestan atención en los mismos”, afirma la entidad. 

 

La plataforma representativa de la discapacidad en la comunidad autónoma alerta de que “las personas a las que va dirigida la atención son personas más vulnerables ante el COVID-19 que la población en general y, muchas de ellas, consideradas como colectivo de riesgo”.

 

“CERMI Asturias no comprende como en otras comunidades autónomas (Galicia, Aragón, Madrid, Valencia, etc… ) no solamente se les dota con equipos de protección de manera continuada, según necesidad, sino que han sido creados Fondos de Contingencia para cubrir los gastos extraordinarios surgidos para abordar las necesidades del Tercer Sector originadas por la presencia del coronavirus”, lamenta.

 

La normativa estatal y autonómica obliga a utilizar estos materiales de protección y el movimiento asociativo se ve incapaz de asumir su coste. 

 

Por ello, dado que la prevención y la protección tanto de los profesionales como de las personas con discapacidad y sus familias son la  máxima prioridad para CERMI Asturias, pide a la Administración del Principado una solución urgente (Fondo extraordinario, Subvención directa, dotación de materiales por parte de la Consejería de Salud, etc…) para evitar un rebrote en un colectivo tan sensible como es el de las Personas con Discapacidad, que hasta estos momentos no ha sido el protagonista de los contagios, pues se ha podido dotar a los profesionales de las medidas de protección necesarias.